
Hygge
La felicidad de las pequeñas cosas
¿Quieres ser feliz? Probablemente nadie responda «no» a esta pregunta. La felicidad es totalmente subjetiva y depende de muchos factores. Pero, ¿esto qué tiene que ver con Hygge? Detrás de esta palabra tan poco extendida hay una filosofía de vida que es el secreto de los daneses para ser considerados, año tras año, la población más feliz de mundo.
Y si a ellos les funciona, ¿por qué no te va a funcionar a ti? La filosofía Hygge te ayuda a encontrar la felicidad en los pequeños momentos, a disfrutar de cada instante y a crear momentos únicos que recordarás siempre con una sonrisa. En definitiva, Hygge te ayuda a ser más feliz.
Suena bien, ¿no? ¿Te interesa implementarlo en tu vida?

Una filosofía de vida
Busca cada día un tiempo para hacer aquello que te hace sentir bien, en solitario o con personas que te quieren.
Además de dedicarte a las obligaciones laborales o personales, también debes encontrar momentos para ti mismo. Relájate, mímate y disfruta de los pequeños placeres.
Hygge es el secreto para disfrutar de una vida más positiva y reconfortante.
¿Qué es Hygge?
Hygge no es algo material, sino que tiene que ver con la experiencia, con los pequeños placeres de la vida. Un cielo de mil tonalidades de naranja y rojo al atardecer, una taza de café a media tarde mientras lees un libro interesante, un desayuno en la cama, una buena conversación con un amigo, una partida de Parchís con la familia en una casa rural en Navidad, una bonita canción al piano… Hygge puede ser muchas cosas con algo en común: que te proporcione felicidad.
El concepto hygge no tiene una traducción exacta. Tiene que ver con “comodidad”, “bienestar”, “calidez” «acogedor» «reconfortante» o “unión”. Lo cierto es que es una mezcla de todas estos conceptos.
Una de las grandes preguntas de la humanidad es ¿qué es la felicidad? Hay muchas teorías y respuestas a esta pregunta pero sin duda, la filosofía Hygge ayuda a estar algo más cerca.
Hygge proviene de Dinamarca, que está considerada una de las poblaciones más felices del mundo. Pero, ¿por qué los daneses son tan felices? ¿cómo es posible que un país en el que se pagan muchos impuestos, hace un tiempo horrible y el sol luce menos que en países del sur de Europa, esté considerado como el país más feliz del mundo?
Hygge no es la única razón, pero es una parte importante de la felicidad de los daneses.


Cómo se pronuncia «Hygge»
No se escribe, se siente
Puede que no estés acostumbrado a ver esta palabra y, tal vez, no sepas cómo pronunciarla. Da igual cómo lo digas. Pronunciando la “h” inicial o no; con la “gg” sonora o más a la francesa; o si decides pronunciar la “e” final o no. Da lo mismo porque Hygge no se escribe, Hygge se siente.
En Dinamarca se invierte en el famoso “estado del bienestar”, en la calidad de vida de los ciudadanos, de tal manera, que el pago de impuestos se ve recompensado en beneficios para la sociedad. Al contrario que en países como España en el que da la sensación de que los impuestos no sirven para mejorar la vida de la gente.
En los países nórdicos en general y Dinamarca en particular, Hygge está muy presente en la vida cotidiana. La palabra noruega “Hygge” significa “bienestar” y, por tanto, está muy relacionado con la felicidad. Cuando alguien se siente bien, es más feliz que alguien que está triste o deprimido. Por tanto, Hygge tiene que ver también con los sentimientos y con el estado del alma.
Cómo aplicar Hygge en tu vida
Ya hemos visto la definición de Hygge y sabemos que es algo inmaterial. Que se trata de crear momentos de confort con amigos o familia. Pero todo eso ¿cómo lo puedes aplicar en tu vida? Muy sencillo. Si sigues estos 7 pasos y los conviertes en algo presente en tu día a día, estarás dando un gran paso hacia una vida un poco más feliz.
1 Mímate
Busca momentos a lo largo del día para relajarte, mimarte y hacer aquello que te apetezca. Piensa en las cosas que te hacen sentir bien e intenta dedicar un rato cada día a hacerlo.
Se trata de cosas simples y sencillas que sean fáciles de incorporar en tu rutina diaria como leer un rato cada día, darte un baño con espuma, ver una película, tomar un café en tu cafetería favorita, hacer manualidades,…
2 Crea un ambiente Hygge
En tu casa, esmérate en crear un ambiente de confort y bienestar. Está demostrado que estar en un entorno de tranquilidad ayuda a que la energía positiva fluya y te hace sentir mejor.
Para ello puedes ayudarte de la iluminación, la decoración, la temperatura o los colores. Echa un vistazo a Hygge en casa para saber cómo puedes incorporarlo en tu hogar.
Hygge tiene mucho que ver con las relaciones con tus seres queridos. Aunque es cierto que puedes tener momentos de bienestar contigo mismo, los recuerdos más bonitos de tu vida seguramente serán rodeados de gente a la que quieres.
De vez en cuando, invita a amigos a casa. A cenar o simplemente a tomar un café. Es una buena costumbre quedar para charlar con personas que te aportan energía positiva. También podéis quedar en algún lugar tranquilo fuera de casa donde conversar sin prisa.
Lo recomendable es ser un grupo de 2 a 5 personas para que todos podáis escuchar a los demás.

4 Evita situaciones que no son Hygge
Si detectas alguna situación que te hace sentir mal, simplemente huye de ello.
- En lugar de un restaurante con focos de luz brillante elige mejor uno con luz tenue y cálida.
- Si alguien no para de quejarse de todo, simplemente discúlpate y deja la conversación.
- No veas todas las noticias del día. Normalmente suelen ser negativas.
En definitiva, elimina de tu vida todo aquello que te perturba o que te provoca sentimientos negativos.
5 Haz cosas Hyggelig
Hay muchas cosas hyggelig que puedes hacer y que, de alguna manera, te pueden aportar pequeños momentos felices.
Reserva un día a la semana para hacer un bizcocho casero, reúnete para jugar a juegos de mesa, disfruta de una película en tu sofá con palomitas, ve menos la tele y pon música de fondo, haz una lista de libros que te podrían aportar cosas positivas en tu vida, piensa en tu próximo viaje,…
Muchas veces ponemos la excusa del tiempo pero si realmente quieres, sabrás sacar un rato cada día para disfrutar de aquello que te gusta.
6 Recuerda a tus antepasados
Intenta recordar los momentos felices de la infancia. A tus abuelos, a tus padres. Aquellos momentos que te sacan una sonrisa.
Ojea de vez en cuando los álbumes de fotos en papel. También puedes cocinar aquellas recetas que te recuerdan a tu abuela.
Intenta recuperar algún objeto familiar y úsalo como elemento decorativo en tu casa.
7 Disfruta de los pequeños placeres
Sobre todo, sé consciente de los momentos que te aportan bienestar. Disfrútalos.
Puesto que nada es eterno, saborea y valora cada segundo de un momento de felicidad. De esa larga sobremesa que casi se junta con la cena, del ejercicio físico, de una puesta de sol,…
Disfruta del «ahora».
Iluminación Hygge
Crea el ambiente perfecto
La iluminación es uno de los elementos en los que se basa el Hygge. Sin la luz adecuada no es posible crear un ambiente perfecto.
Te mostramos cómo crear la atmósfera Hygge perfecta con velas, lámparas y chimeneas en tu casa o en la oficina.

Velas Hygge
Lámparas Hygge
Chimeneas Hygge
La iluminación es un elemento fundamental en esta filosofía. ¿No es más agradable una cena con amigos en un restaurante con luz tenue que con un foco de luz brillante apuntando directamente a la cara? De hecho se sabe que la iluminación afecta al estado de ánimo. Mientras la iluminación tenue relaja, una luz blanca brillante es capaz de alterar y estresar a las personas.
¿Te has dado cuenta de que en los restaurantes de comida rápida la luz suele ser blanca y brillante? En los centros comerciales pasa lo mismo. El motivo es que a estos espacios no les interesa que estés tranquilo. Quieren que consumas rápido y sin pensar.
La iluminación Hygge se basa en una baja temperatura de la luz, como la luz de las velas, las llamas de la chimenea o bombillas de luz cálida. Este tipo de ambiente invita a la relajación, al pensamiento y a tomar decisiones más racionales en lugar de impulsivas.
La temperatura de la luz se mide en kelvin. La «luz Hygge» se asocia a la iluminación cálida, por debajo de 2700 k. Por ejemplo, la luz de las velas tiene aproximadamente 1800 k mientras que la luz de una lámpara hyggelig no debería superar los 2700 k.
La naturaleza también nos regala iluminación Hygge como la luz del amanecer o del atardecer. Un momento hyggelig es una puesta de sol de verano sentado sobre la arena y ver cómo el sol produce una luz mágica mientras se esconde bajo el horizonte.
Velas
Las velas son un elemento importante. De hecho, Dinamarca es el país con mayor consumo de velas de Europa. Mayoritariamente velas orgánicas. Coloca varias velas repartidas por la estancia para crear distintos puntos de luz. Así conseguirás un ambiente Hygge perfecto.
El mes de diciembre es un momento en el que el uso de velas se dispara, debido a la tradición de encender la vela de adviento marcadas con 24 rayas que simbolizan los días previos a la Navidad.
Visita la página Decoración Hygge para ver la selección de velas Hygge.
Mira más velas aqui.
Lámparas
Las elección de las lámparas también es importante para crear un ambiente Hygge adecuado. Tres de los mejores diseñadores de lámparas Hygge son los daneses Poul Henningsen, Verner Panton y Arne Jacobsen cuyos diseños son los más utilizados en las casas de Dinamarca.
Para obtener una iluminación Hygge puedes combinar lámparas de techo, de mesa o de pie en diferentes lugares creando diferentes puntos de luz cálida.
No es extraño que, incluso estudiantes con menos recursos inviertan en lámparas Hygge de precios más elevados. En invierno pasan mucho tiempo en sus casas o en las de amigos, por lo que necesitan elementos que les hagan sentir bien.
Visita la página Decoración Hygge para ver la selección de lámparas Hygge.
Chimeneas
Las chimeneas son, sin duda, un elemento Hygge por excelencia. ¿Quién se puede resistir a acercarse a una chimenea en temporada de otoño o invierno? Las chimeneas aportan calidez y hacen que la estancia se convierta en acogedora. Además de ser un punto de luz perfecto, también consiguen una temperatura agradable, lo que favorece al bienestar y la comodidad, y en definitiva, al Hygge.
Si tienes espacio para una chimenea real de leña, estupendo. No dudes en hacer acopio de leña para el invierno y enciéndela por las tardes a la hora del café. ¿Te imaginas en el sofá viendo tu serie favorita de Netflix y con la chimenea aportando una luz tenue y calorcito? ¡Creo que es uno de los planes más top!
Si no puedes tener una chimenea de leña, no te preocupes. Aún puedes conseguir el ambiente Hygge perfecto gracias a las chimeneas eléctricas. Son estupendas para prácticamente cualquier salón. Fáciles de instalar y en poco tiempo, puedes disfrutar de tener tu propia chimenea. ¡Ya no vas a querer salir de casa!
Visita la página Decoración Hygge para ver la selección de chimeneas Hygge.
HYGGE
Con los cinco sentidos
Hygge es un concepto intangible, pero se pueden usar todos los sentidos para detectarlo.
Hygge tiene sabor, sonido, olor y tacto. Y si prestas atención, puedes ver hygge en muchos lugares y situaciones.


SABOR
¿A qué sabe Hygge?
El sabor del hygge es familiar. Nada complicado ni original. Son alimentos sencillos como un bizcocho casero, una taza de café, un té con miel, una taza de chocolate caliente y mejor si es con un poco de nata.
Es darse un capricho y saborear el momento. Son los pequeños placeres de la buena comida y la buena compañía.
SONIDO
¿A qué suena Hygge?
Hygge suena al crujido de la madera mientas se quema en la chimenea, el canto de los pájaros de una mañana de primavera, a una tormenta , al viento azotando los árboles mientras lo observas desde casa protegido, al sonido de las olas del mar,…
Pero también puede ser silencio. Disfruta del placer del silencio.

OLOR
¿A qué huele Hygge?
Huele a todo aquello que te transporte a tu infancia. A un recuerdo bonito.
El olor a vainilla, a chocolate, a mar, a café recién hecho… El olor al perfume de alguien querido, a suavizante de ropa, a lavanda, a césped recién cortado.
Es cualquier olor que traiga a tu mente un recuerdo feliz, o a veces también nostálgico.
TACTO
¿Qué tacto tiene Hygge?
Es cualquier tacto agradable como pasar la mano por una alfombra de tacto suave, acariciar a tu mascota, acurrucarte bajo una manta de borreguito, un banco de madera rústico, un jersey que te envuelve,…
Generalmente las cosas antiguas son más hygge que las modernas. Es más hygge un apartamento antiguo con personalidad propia con suelo y vigas de madera que un apartamento de nueva construcción en el que todos los apartamentos del bloque son iguales.

VISTA
¿Cómo ver Hygge?
Ahora que ya conoces a qué sabe, a qué suena, a qué huele y qué tacto tiene, será más fácil que empieces a ver Hygge en las situaciones más cotidianas.
Una pista es la iluminación, que debe ser tenue y cálida, nada brillante. Otro elemento que te puede ayudar a reconocerlo es la madera, que suele estar presente en cualquier ambiente Hygge.
También puedes reconocerlo en las situaciones que se producen despacio. Como unos copos de nieve cayendo lentamente, el suave aleteo de una gaviota sobre el mar,…
Hygee se puede saborear, oler, oir, tocar y ver, pero sobre todo, Hygge se siente.
Si tratas de pensar en los momentos más felices de tu vida, seguramente serán momentos en los que estabas con más gente: familia, amigos, pareja,… Tener unas relaciones sociales sanas y dedicarlas tiempo está directamente relacionado con el nivel de felicidad de las personas.
No es lo mismo salir del trabajo a las 21h y llegar a casa cansado para cenar e irte a dormir que salir a las 17h, como por ejemplo en Dinamarca, con tiempo suficiente para atender a tus hijos, hablar con tu pareja, quedar con amigos o relajarte en casa.
Muchos países deberían aprender del modelo nórdico en cuanto a conciliación familiar. En lugar de horarios tan amplios e ir siempre corriendo de un lugar para otro, el modelo nórdico influye significativamente en la felicidad de los trabajadores.

Otra situación hyggelig en el hogar es la de ayudar todos en la preparación de la comida o en poner la mesa. Seguro que alguna vez has participado en una comida o cena en la que nadie ha abierto prácticamente la boca salvo una persona. Más que una reunión de amigos ha sido un monólogo. Hygge es todo lo contrario. Nadie es el protagonista. Todos los miembros de la familia o grupo de amigos participan en la velada y cada opinión o historia es tenida en cuenta por los demás.
Los daneses consideran que el numero ideal para pasar un rato hygge son 3 o 4. Es más fácil que todos atiendan a la persona que habla, no se forman corrillos y no te pierdes nada.
Piensa como es tu relación con tus amigos, tu pareja, tu familia. ¿Hay algo que puedas hacer para mejorarlas? Empieza por practicar Hygge. Organiza una merienda y haz un bizcocho. Apagad los móviles y poneros al día. Escucha activamente, interésate por las historias. No juzgues. No interrogues. Y recuerda que para ser entendido, primero debes entender.
COMIDA
y bebidas Hygge
Esta filosofía sabe apreciar el valor de una comida agradable en un lugar confortable y en buena compañía. Pero no solo en tu restaurante favorito sino también en preparar comida Hygge en casa disfrutando del proceso. Se asocia a crear algo de valor.
Ir al mercado a seleccionar los mejores ingredientes de temporada y cocinar un buen guiso a fuego lento y disfrutarlo en compañía después.
La bebida más Hygee es el café. En general, casi todas las bebidas calientes. Dinamarca es el 4º país del mundo en consumo de café.
Los daneses consumen muchos dulces y pasteles, especialmente tartas. Los alimentos dulces se asocian a la felicidad. Los cumpleaños y momentos felices se suelen celebrar con una tarta. Y en los eventos infantiles no faltan los caramelos.

Hygge en verano
Aunque la época del año por excelencia para el Hygge es el otoño y el invierno, en verano también se puede disfrutar de hygge. Un verano hygge es un rato a la sombra leyendo, broncearse en una playa de arena fina, una barbacoa con amigos, plantar un huerto…
Un plan hygge perfecto en verano es juntarse con amigos para comprar frutas y algo de picar. Hacer un picnic en la playa o la montaña. Estar en contacto con la naturaleza y pasando un rato agradable con personas queridas. Eso si, no hay que olvidarse de recogerlo todo antes de marcharse.

Montar en bicicleta es muy hygge. En países como Dinamarca, Noruega o Países Bajos, la bicicleta es el medio de transporte más utilizado. Hay varias razones como son los buenos carriles para bicis o los altos impuestos que pagan los propietarios de vehículos.
La población de estos países la utilizan sobre todo porque es una manera económica de desplazase y porque es bueno para el medio ambiente. Además, así se realiza algo de ejercicio mientras te desplazas de un punto a otro.
Otra ventaja es que el uso de la bicicleta aumenta varios meses la esperanza de vida y te hace estar más en forma y saludable.
La mayor ventaja de utilizar la bicicleta de forma habitual es que te hace más feliz. Hay estudios que demuestran que las personas que utilizan la bici de forma habitual son más felices que las personas que usan el vehículo privado, e incluso el transporte público. Las personas que se desplazan al trabajo en bicicleta, desarrollan su actividad de mejor humor y son más productivas.
«El mejor momento no existe. El mejor momento lo creas tú.«
Hygge es disfrutar de los pequeños placeres sabiendo que no hay de qué preocuparse. Es vivir despacio y de forma sencilla. Sin grandes despilfarros. Sin prisas y sin estrés.
Es una atmósfera creada con bajo presupuesto, de manera modesta. Es tener y cuidar las relaciones sociales. Te hace sentir bien, seguro, cómodo. Es disfrutar de cada momento. Centrarte en lo que tienes y no en lo que no tienes. Es gratitud. Es encontrar la felicidad cotidiana. Pero sobre todo, es la felicidad de las pequeñas cosas.
¿Y tú? Del 1 al 10, ¿qué grado de satisfacción tienes con tu vida? Crees que Hygee puede ayudarte a aumentar ese grado de felicidad en el día a día. Si no lo pruebas, nunca lo sabrás.
“La felicidad humana no se logra con grandes golpes de suerte que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”.

